lunes, 5 de noviembre de 2012

IMPORTANTE LECCION DE LOS FENOMENOS ECONOMICOS


A continuación les hago llegar una lección demostrativa de lo que no debe hacerse en política económica, donde se nota que decisiones de ayuda a las clases más necesitadas con cargo a los ingresos de los más pudientes resulta muchas veces teniendo resultados contradictorios y adversos a las clases menos pudientes.




Suponga que todos los días 10 hombres se reúnen en un bar para charlar y beber cerveza. La cuenta del consumo total de los diez hombres es de 100 nuevos soles. Si ellos pagasen la cuenta de la manera proporcional en que se pagan los impuestos en la sociedad de un país, la cosa sería más o menos así, de acuerdo con la escala de riqueza e ingresos de cada uno:

       Los primeros 4 hombres (los más pobres) no pagan

       El 5º paga  1 Sol

       El 6º paga  3 Soles

       El 7º paga  7 Soles

       El 8º paga  12 Soles

       El 9º paga  18 Soles

       El 10º (el más rico) paga  59 Soles

Y eso es lo que decidieron que harían en adelante, así todos se divertirían y estaban de acuerdo con el arreglo de pago hecho entre ellos, hasta que un día el dueño del bar les metió en un problema cuando les informó:

Ya que ustedes son tan buenos clientes, voy a reducirles en  20 Nuevos Soles el costo de sus cervezas diarias, y desde ahora costarán  80 Nuevos Soles. El grupo quiso, sin embargo, seguir pagando la cuenta en base al mismo esquema de distribución que habían acordado, de modo que los cuatro primeros siguieron bebiendo gratis; la rebaja no les afectaba en absoluto.

¿Pero qué pasó con los otros seis bebedores, los que realmente pagan la cuenta? ¿Cómo debían distribuirse los 20 Soles de rebaja, de manera que cada uno recibiese una porción justa?

Calcularon que los 20 Soles divididos entre 6 eran  3,33 Soles; pero si restaban eso de la porción de cada uno, entonces el 5º y 6º hombre estarían cobrando para beber, ya que el 5º pagaba antes  1 Sol y el 6º pagaba 3 soles.

El barman, sugirió que sería justo reducir la cuenta de cada uno en la misma proporción, y procedió a sugerir la cantidad que cada uno debería pagar:

       El 5º bebedor, al igual que los cuatro primeros, no pagaría (100% de rebaja)

       El 6º pagaría ahora 2 Soles en lugar de 3 Soles (33% de  rebaja)

       El 7º pagaría  5 Soles en lugar de 7 Soles. (28% de rebaja)

       El 8º pagaría  9 Soles en lugar de 12 Soles. (25% de rebaja)

       El 9º pagaría  14 Soles en lugar de  18 Soles. (22% de rebaja)

       El 10º pagaría 49 Soles en lugar de 59 Soles (16% de rebaja)

Cada uno de los seis que pagaban, ahora estaban en una mejor situación que antes, los primeros cuatro seguirían bebiendo gratis, y el quinto, también. Pero, una vez fuera del bar, comenzaron a comparar las rebajas obtenidas.

Yo sólo recibí uno de los 20 Soles de rebaja, dijo el 6º hombre. Y señalando al 10º bebedor añadió: ¡Pero él se benefició de 10 Soles de rebaja! Sí, eso es correcto, dijo el 5º hombre—. Mi rebaja fue también de sólo 1 Sol, ¡Es injusto que él reciba diez veces más que yo!

¡Verdad! , exclamó el 7º hombre. ¿Por qué él recibe 10 Soles de rebaja cuando yo recibo nada más que 2 Soles? Los ricos siempre reciben los mayores beneficios!-¡Un momento! gritaron al unísono los cuatro primeros que nunca pagaban, nosotros no hemos recibido nada de nada. ¡El sistema explota a los pobres! Los nueve hombres, rodearon al 10º y a mansalva le propinaron una paliza.

A la noche siguiente, el 10º hombre no acudió a beber, de modo que los nueve se sentaron y bebieron sus cervezas sin él. Pero a la hora de pagar la cuenta descubrieron algo inquietante:

¡Entre todos NO reunían el dinero necesario para pagar ni siquiera LA MITAD de la cuenta!

Y, amigos y amigas; periodistas y profesores universitarios; sindicalistas y asalariados, profesionales y gente de la calle: así es como funciona el Sistema de Impuestos. La gente que paga los impuestos más altos, es la que más se beneficia de una reducción impositiva.

Si les ponen impuestos muy altos y los atacan por ser ricos, lo más probable es que nunca más aparezcan. De hecho, es casi seguro que los ricos comenzarán a beber en algún bar en el extranjero, donde el trato resulte tanto más que amigable.

Para quienes comprenden esto, no es necesaria una explicación. Para quienes no comprenden, no hay explicación posible.

 

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