sábado, 5 de enero de 2013

Decencia o Corrupción


Uno de los hechos más graves que acontece en nuestra provincia es el desprestigio y el grado de corrupción al que han llegado nuestras autoridades municipales. En este sentido, acompañando a los dirigentes de la Asociación Chumuch me enteré que iban en dirección de la fiscalía de Challán en calidad de denunciantes de actos de corrupción cometidos por el ex alcalde de Chumuch  Miller Pinedo, a quien se le acusa de haber hecho uso indebido de los recursos del distrito. La denuncia es por haber obtenido durante su periodo, entre otras cosas, 6 casas y un tráiler; los mismos que no están a su nombre pero sí en nombre de parientes y amigos, incluido un ex funcionario del consejo, todo lo cual pone en evidencia los malos e ilícitos manejos de  los  recursos económicos del Distrito más pobre de la provincia.

El Fiscal solicitó información para resolver este caso a las diversas autoridades relacionadas con la gestión municipal, como al actual alcalde de Chumuch, JNE, SUNARP, municipalidades diversas, Policía Nacional, entre otras. Lo grave del caso es que estas autoridades no han contestado oportunamente y al parecer forman parte de una cadena de corrupción que favorece los actos ilícitos. Por ejemplo, la SUNARP en vez de dar respuesta sobre la existencia de la propiedad y a quien pertenece el bien, responde al fiscal pidiéndole que presente un plano de ubicación geográfica de los bienes motivos de la denuncia, lo que es absurdo y contraproducente. Lo que es peor, el alcalde actual del distrito de Chumuch no ha informado al fiscal sobre los ingresos del ex acalde comprometido en este proceso a pesar de las reiteraciones de aquel. Es decir, el alcalde que debe cautelar y representar a este concejo, no solamente no ha denunciado el caso, sino que no colabora con la justicia.

Mercado de Celendín


La ciudadanía comenta que todos los alcaldes en estos últimos periodos son los nuevos millonarios de la provincia, con casas en Celendín, Cajamarca, Trujillo, Lima; algunos inclusive, fungen como empresarios.
En las elecciones de revocatoria a los alcaldes de Pallán y José Gálvez, no hubo asistencia a la votación por parte de la población. El motivo: los alcaldes sobornaron a los ciudadanos con el pago de 100 nuevos soles y retuvieron sus DNI’s para asegurar su inasistencia a la votación. De esta manera, en complicidad con JNE, estos alcaldes se mantienen en sus cargos, burlándose del sistema democrático y de los ciudadanos honestos. Estas modalidades de actuación de las autoridades tutelares de la democracia y de los ciudadanos en general, por acción u omisión, se repiten permanentemente en todo el Perú, evidenciando un estado de corrupción generalizada, lo que evidencia que si no actuamos prontamente entraremos a una descomposición de la sociedad y a la inviabilidad del desarrollo de los pueblos y del país.

Por si esto fuera poco, el alcalde de Sucre viene siendo denunciado por actos de corrupción por el uso indebido de los recursos del concejo, según denuncia de su concejal Elvis Rojas. Asi mismo, tenemos el caso del alcalde provincial de Celendín que viene demorando la construcción del mercado, lo que ha ocasionado que nuestra ciudad, una de las más bonitas de la sierra peruana, se encuentre tomada por ambulantes que ya llegan a los 900 comerciantes. Es decir un comerciante ambulante por cada 20 personas. Las obras de saneamiento urbano que, por más de dos años están inconclusas  sumado a los ambulantes, ponen en grave riesgo a Celendín como destino turístico. Estas demoras, se deben a la negligencia, incompetencia y oscuros intereses particulares del alcalde.

Al visitar las municipalidades distritales de Chalán, Chumuch, Cortegana y Pallán, me doy con la sorpresa que ninguno de sus alcaldes se encuentra en sus localidades. La población indignada reclama su presencia y permanencia; en caso de Challán donde la fiscalía ocupa un ambiente en el palacio municipal desde hace 8 meses, el fiscal hasta la fecha no conoce al señor alcalde. Indagando entre los ciudadanos me entero indignado que esta ausencia de los alcaldes es común en todos los distritos de nuestra provincia. Cada alcalde ha alquilado su oficina en la ciudad de Celendín, con secretaria, seguridad y viáticos. Pretextando que deben estar al día con las autorizaciones de gasto del Ministerio de Economía utilizando el sistema SIAF que requiere uso del INTERNET.

Preguntando por nuestro alcalde provincial recibo la misma respuesta: se mantiene en permanente ausencia, prácticamente radicando presumiblemente en Lima.

En conclusión, los importantes recursos que viene recibiendo los últimos gobiernos municipales de manos del gobierno central ha despertado el  apetito de personas inescrupulosas y la proliferación de falsos dirigentes que llegan al gobierno municipal, careciendo totalmente de vocación de servicio y sin ningún conocimiento y experiencia en la gestión municipal. En consecuencia, demuestran una gran incompetencia, permanente corrupción y una falta de vergüenza por este  proceder ineficiente  y delictuoso.

Frente a estos hechos, debemos reflexionar todos los ciudadanos residentes en la provincia, los radicados en otras ciudades del Perú y el extranjero e instituciones civiles, para que unidos y comprometidos con el desarrollo económico y social de nuestro querido pueblo, nos organicemos y optemos por promover una nueva cultura, una nueva educación, una nueva estructura productiva, con dirigentes que comprometidos con los grandes intereses de la provincia, aquella que nos legaron nuestros fundadores, que no es otra cosa que, el bienestar y progreso sostenido del pueblo celendino, donde, la decencia gane a la corrupción.

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