sábado, 30 de marzo de 2013

Reproducción del artículo publicado en la revista El Trotamundos, edición especial por el bicentenario de Celendín, 2002


A continuación la reproducción del artículo que escribí en la revista Trotamundos de La  Asociación Celendina, en ocasión del Bicentenario de la provincia  de  Celendín. Este  artículo  explica como nuestros antepasados hicieron posible la  fundación y desarrollo de nuestra  querida patria chica. Se exponía los niveles de atraso y pobreza de nuestra provincia preponiendo una serie de líneas matrices para iniciar el desarrollo sostenido de Celendín. Han pasado 10 años y el diagnóstico y solución sigue siendo casi el mismo. En efecto, hemos crecido en población, pero los niveles de vida son inferiores al desarrollo promedio de nuestras provincias hermanas y muy lejos de los que vive la comunidad desarrollada. La carretera asfaltada, que se aprobó hace 13 años está inconclusa, el sistema de producción no permite trabajo digno. Existe el proyecto Conga con más de 4,500 millones de dólares y el proyecto energético en el marañón (Distrito Chumuch) por 1,800 millones de dólares; inversiones que requieren de nuestras autoridades municipales y líderes en general someterlos a un análisis profesional de costo beneficio es decir los PRO Y CONTRAS de estos proyectos. No demoremos más el inicio del la ruta del progreso.


ASFALTO DE LA CARRETERA CAJAMARCA - CELENDÍN VIGA MAESTRA DEL DESARROLLO DE CELENDÍN Y DEL MARAÑÓN ANDINO

Econ. Wilson Zavaleta Pérez
1.- ANTECEDENTES

Celendín es una de las provincias más importantes del eje de desarrollo sostenible del circuito Pacasmayo – Cajamarca – Celendín –Chachapoyas – Moyobamba – Yurimaguas, que vía rió Amazonas debe llegar al mercado más grande de América: El Brasil.

En 1767, Carlos III, soberano español, dispuso la persecución de los jesuitas en España y su expulsión de América, confiscando todos sus bienes.

El territorio en esa época de la provincia de Celendín comprendía las haciendas: Inmaculada Concepción de Chilindrín que comprendía Huauco (hoy Sucre), Huacapampa (hoy José Gálvez) y Lucmapampa (hoy Jorge Chávez); Hacienda Llamellín que comprendía Chimuch (hoy Cotegana), Chumuch, Miguel Iglesias; Haciendas Pallán, Jerez, Rambrán, Tupén, Tincat, entre otras.

Para evitar la confiscación de sus tierras, los jesuitas vendieron sus haciendas a los caciques: a Juan José de Chuquibola la hacienda Llamellín y a Rodrigo de Caruacushma la hacienda Chilindrín. Es preciso señalar que en la época pre inca el territorio actual de Celendín se dividió en dos puntos: por el norte la cultura Chocta, influencia Chimú y Chachapoyas y por sur la cultura Caxamarca y Choktamalca ambas de influencia Chavín, separadas por el río a Llanga. También se conoce que este territorio contaba con dos lagunas importantes: una llamada Huananchacocha (espejo del Dios Inti) en Celendín y la otra llamada Huaucococha (Hermano) en Sucre.

Directiva de la Asociación Celendina en Lima del año 2002, presidida por el Econ. Wilson Zavaleta


En 1782 arriba a esta zona monseñor Jaime Martínez de Compañón en su primera visita como obispo de Trujillo, advirtiendo que en la pampa sagrada de la desecada laguna Huananchacocha se venía construyendo la bella ciudad de Celendín.

En 1793, en su segunda visita encontró en Chaquil, gran cantidad de personas blancas – españoles y portugueses que se habían reunido de todo los lugares (Sucre, José Gálvez, Jorge Chávez y Chumuch) para comprar la hacienda Llamellín por 14 mil pesos, de propiedad del cacique Juan José Chuquibola, operación financiera que permitió la fundación del vecindario originario de hoy, que al cristalizarse la idea, obtiene el obispo la mediación de la Real Cedula que otorga al naciente pueblo el título de “Villa Amalia de Celendín”, firmado el 19 de diciembre de 1802, anteponiéndose el epíteto de Bella que ostenta actualmente. Es conveniente precisar que este gran logro de nuestros antepasados fue posible por la unión de todos los hombres y mujeres de esta zona -de norte a sur- con un solo objetivo, organizar y desarrollar una ciudad que sea un lugar de bienestar de la familia, que a partir de esta fecha es la familia celendina.

En el siglo XIX y comienzos del XX se consolida la unión de toda la familia celendina, convirtiendo a Celendín y a sus hijos en agentes promotores de desarrollo primero de sus zonas de influencia natural –Leymebamba, Chachapoyas, Moyobamba, Rioja- para luego influir en la cultura y el comercio de otras ciudades como Huánuco, Iquitos, Ancash, Pucallpa, Madre de Dios y por último en todo el territorio nacional e inclusive el extranjero; llegando a su máximo esplendor con el comerciante más próspero y famoso de Celendín don Augusto Gil, cuyo barco que lo usaba para el comercio internacional lo vendió al multimillonario Griego Onassis. Como filántropo dejo sus bienes inmuebles para los hospitales y mercados de Trujillo, Cajamarca, Celendín, entre otras donaciones.

La construcción de carreteras a partir de 1919 fractura la unidad departamental y desalentó la unidad de los pueblos, especialmente la apertura de la carretera Olmos – Marañón en 1941. El criterio desafortunado de nuestros parlamentarios por Cajamarca, de promover y apoyar con mayor intensidad el desarrollo de las provincias norteñas de Chota, Cutervo, Santa Cruz, Jaén y San Ignacio, no permitió la cristalización del proyecto de construcción del ferrocarril Pacasmayo - Cajamarca – Celendín – Chachapoyas – Moyobamba; paralizando así el desarrollo de esta zona cuya integración natural hubiese permitido alcanzar niveles de desarrollo sostenible de toda la zona sur del departamento y de los pueblos del Marañón andino –Bolívar, Longotea, Uchumarca, Uncancha, Bambamarca, Condormarca, Luya, Leymebamba, Balsas, Chuquibamba, entre otros.

II.- SITUACIÓN ACTUAL

Según los datos del INEI proyectados al 2001, Celendín tiene una población de 94 mil habitantes. La población urbana es del 22% y la rural es del 78%, siendo una de las provincias más rurales del país; su tasa de crecimiento poblacional es de 1%, menor a la del promedio de las provincias norteñas; la población económicamente activa que recibe salarios alcanza al 22%; se advierte un alto grado de deficiencias en la atención de la educación, registrándose una tasa de analfabetismo del 27%. Las viviendas son precarias y no cuentan con los servicios mínimos de una vida adecuada, la construcción es de adobe y sólo el 13% cuenta con agua potable en sus viviendas

ACTIVIDAD ECONÓMICA

La provincia se caracteriza por su poca actividad económica; sin mayores niveles de productividad y competitividad; su producción es totalmente primaria sin ningún valor agregado importante de autoconsumo, sus niveles de ingresos son muy bajos generando un mercado muy reducido. El sistema financiero casi no existe, cuenta apenas con el banco de la nación que realiza operaciones sumamente limitadas que impiden el buen funcionamiento de los sectores productivos, haciendo más precaria la movilización de recursos financieros. La producción agraria siendo la más importante en la zona pero no mantiene niveles de demanda y competitividad requeridos por el mercado, carece de tecnología y los equipos agrícolas son insuficientes.

La actividad pecuaria es la que está en mejores condiciones de desarrollo contando con mercados cautivos y demanda insatisfecha siendo el mayor problema el minifundio que impide alcanzar mayores niveles de productividad. La actividad industrial y artesanal es muy rudimentaria y no significa fuente de trabajo e ingresos adecuados de la zona. El turismo no ha sido desarrollado, sin embargo, es el sector en el cual se tiene mayores ventajas comparativas, dado que contamos con recursos turísticos importantes para el turismo de aventura y el turismo ecológico en el circuito Cajamarca – Celendín – Chachapoyas – Chiclayo.

CARRETERAS Y VÍAS DE COMUNICACIÓN
La provincia no cuenta con las carreteras y vías de comunicación necesarias para su normal desarrollo entre sus distritos y demás pueblos que integran su región natural de influencia y desarrollo histórico (Pacasmayo, Cajamarca, Celendín, Moyobamba, Chachapoyas, Bolívar); en efecto, distritos como Cortegana, Chumuch, Pallán hasta ahora no cuentan con muchas carreteras. Las carreteras son de tipo carrozable y trochas con insuficiente o nulo mantenimiento, lo cual impide una verdadera integración económica, social y cultural de su población.

La  carretera Cajamarca – Celendín se encuentra  en mal estado de conservación y es el principal motivo de atraso que tienen los pueblos de la zona de influencia del Marañón andino, colocando a Celendín en un pueblo que languidece por no aprovechar sus ventajas comparativas en su zona de influencia natural. Este descuido de los gobiernos de turno y la equivocada política de las autoridades regionales por favorecer el desarrollo del norte de Cajamarca, son causas de un menor desarrollo del departamento y particularmente de la zona de Celendín que registra altos niveles de pobreza extrema.

POBREZA

La pobreza en Celendín llega a niveles dramáticos; el 70% de la población es pobre y el 60% de estos son extremadamente pobres, viven con 0.70 dólares diarios. En Celendín se encuentra uno de los distritos más pobres del país, lo cual se ve reflejada en los bajísimos niveles de vida.

III.- ALTERNATIVAS PARA EL DESARROLLO SOSTENIDO

El desarrollo de los pueblos se logra por un estado mental de unidad e integración de todos los pobladores; es decir, para salir del estado actual en que se encuentra la provincia dependerá del deseo y participación comprometida de la juventud, de sus intelectuales, de sus líderes y del pueblo celendino en general radicado a lo largo y ancho del país y del extranjero; que sólo adoptando un compromiso de apostar por el fortalecimiento de los recursos que cuenta la zona y la creación de otros, permitirá contar con mayores y mejores factores de producción que, explotándolos con inteligencia, con tecnología y buenas carreteras, permitirán revertir el estado de postración en la cual se encuentra actualmente la provincia.

El desarrollo sostenible de Celendín deberá realizarse teniendo en cuenta los siguientes lineamientos de estrategia y compromiso: 1. Lograr la integración y participación de todos los Celendinos a nivel nacional. 2. Pedir por todos los medios la construcción de la carretera asfaltada Cajamarca – Celendín, sin cuya infraestructura es imposible plantear o iniciar las soluciones al desarrollo de la zona del Marañón andino. 3. Explotar al máximo nuestros recursos naturales, turísticos (de aventura, ecológico y vivencial) complementando el circuito turístico Cajamarca – Celendín – Chachapoyas – Chiclayo, impulsando la construcción de hoteles y restaurantes competitivos que presten un excelente servicio a los turistas. 4. Promover el desarrollo tecnificado y de alta productividad del sector pecuario industrializando sus productos con la más alta calidad para un mercado más selecto y de exportación. 5. Desarrollar una tecnología de producción agrícola ecológica para competir en mejores condiciones en los mercados de ciudades más desarrolladas; 6. Promover y establecer bosques industriales y protección de todas las zonas con posibilidades de forestación.

IV.- ¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO POR CELENDÍN?

En las postrimerías del bicentenario de la fundación de Celendín, nuevos aires se respiran a lo largo y ancho de nuestro país, todos de una u otra manera quieren dar su grano de arena para resolver los grandes niveles de pobreza en los cuales se encuentran 70 mil Celendinos; una vez más, se requiere, como hace 200 años la unión de toda la familia celendina. Los alcaldes, autoridades, maestros y dirigentes distritales están organizándose para poner lo mejor de su experiencia y salir de este estado de postración.

En la capital de la provincia se ha organizado un comité de celebración del bicentenario de, la fundación de Celendín, el mismo que tiene subcomités en diferentes ciudades del país. En Lima, la Asociación Celendina que la presido, viene organizándose para participar efectivamente en estos actos que organiza el Comité Central. El año pasado se publicó la Resolución Directoral Nro. 006-2000-MTC/15.17.04, por la cual se aprobó el estudio definitivo de ingeniería a nivel de asfaltado de la carretera Cajamarca – Celendín, con una distancia de 94.90 kms., su desarrollo sólo corrige algunos trazos de la actual carretera disminuyendo en 10 kms. la distancia Cajamarca - Celendín. El costo total de la obra es de S/. 125,307,083.62 más IGV, la duración del proyecto 18 meses. El alcalde don Adolfo Aliaga Apaéstegui y un comité organizada por la Asociación Celendina, viene desplegando sus mayores esfuerzos para conseguir el presupuesto y dar inicio a esta obra de vital importancia para Celendín. La Obra constituye la viga maestra del desarrollo sostenible de los pueblos del Marañón andino; se han realizado una serie de trámites y conversaciones  con autoridades del ejecutivo y representantes al congreso por Cajamarca; en el mes de octubre hemos presentado sendos memoriales al presidente de la Republica y a los ministros de su competencia y estamos seguros que haciendo el seguimiento, lograremos iniciar este ansiado y esperado proyecto.
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario