En Celendín la palabra por excelencia es “Crisis”. Vemos la crisis como algo negativo, algo que nos hará daño a nosotros y a las futuras generaciones, y visto superficialmente es así. Pero, si miramos un poquito más allá de las apariencias, podemos ver que toda esta crisis, nos abre una nueva oportunidad para unirnos y para planificar, organizar y ejecutar un plan maestro de desarrollo económico de nuestra querida provincia.
Opción que
demanda una nueva actitud, con un liderazgo que nos ayude a encontrar el camino del progreso
para todos. Sin crisis no hay evolución y sin evolución no hay posibilidad de crecimiento económico y
progreso de nuestras poblaciones. El intento de escapar
de esta crisis, cuando ya estamos en
ella, se convierte en un estado crónico, al que podemos denominar con
diferentes nombres: desconfianza, vacío interior, sentimiento de impotencia,
depresión, necesidad de más y más, adicción al poder...etc. Pero la crisis se ha
dado por el inicio de la actividad minera,
la que modificaría sustancialmente el
estado actual de nuestras actividades económicas. Crisis agravada por una
política errada del estado, la empresa, los líderes políticos, sociales y
empresariales; permitiendo que se interprete negativamente dicha actividad y
todo diálogo con el gobierno central.
“Las crisis en sí, conllevan un gran potencial de
transformación, y la semilla de una conciencia superior.”
“Cuando aprendemos a
diferenciar entre crisis y oportunidad, se nos abre una ventana a un mundo sin
limitaciones para el progreso.”